Las mujeres hace un rato ya que despertamos en Chile. Un gran despertar se produjo el 2018 cuando el movimiento feminista se tomó las universidades y colegios reclamando una educación no sexista y denunciando los acosos sexuales de los que constantemente somos víctimas.

El Plebiscito Nacional 2020​ será un referéndum convocado en Chile para el 26 de abril de 2020, con el objeto de determinar si la ciudadanía está de acuerdo con iniciar un proceso constituyente para generar una nueva Constitución, y determinar el mecanismo para dicho proceso.

En el marco de la más reciente conmemoración del día internacional para la eliminación de la violencia hacia las mujeres, la colectiva feminista Las Tesis hizo un llamado a mujeres y disidencias a participar de la intervención “un violador en tu camino”, la que fue realizada en distintos puntos de Santiago, tales como la Plaza de Armas, Tribunales de Justicia y el mismísimo Ministerio de la Mujer y Equidad de Género.

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Los bosques y lo forestal se están descubriendo como pieza central de la arquitectura de la lucha contra el cambio climático (Keenan et al., 2015; Feng et al., 2016), en particular, y de la denominada y necesaria transición ecológica (Bronfenbrenner, 1976) en general. Desde esa perspectiva, resulta casi absurdo que la institucionalidad encargada de atenderlos en el Estado de Chile aun resida, como si del siglo antepasado –del siglo XIX– se tratase, en el Ministerio de Agricultura.

De pronto comenzó a llegar desde Ecuador, era una energía distinta, eran aires de libertad que nos hicieron llenarnos de valor al escuchar los gruesos y bien elaborados argumentos de las etnias amazónicas que salieron caminando desde la selva a la cuidad de Quito para recordarle a su presidente, Lenin Moreno, que estaban en un Estado Libre, Soberano y Plurinacional, y por lo tanto el gobierno debía responder a las necesidades y solicitud de sus pueblos, que era derogar el Decreto 883 y no entregar el país al Fondo Monetario Internacional.

Sin duda que la Rebelión Popular chilena del 18 de Octubre 2019 ha sido una explosión social contestataria a un sistema económico y social de casi 50 años de instalación y desarrollo, que inicialmente, a través de una dictadura y luego de una democracia tutelada, instaló un sistema económico neoliberal, brutalmente extractivo de renta desde el capital y el trabajo.

Primera afirmación: la democracia chilena siempre ha funcionado en forma tutelada por la oligarquía. Sus tres últimas constituciones no han tenido un proceso deliberativo y sancionado por el pueblo.

La acumulación de injusticias contra del pueblo chileno es de larga data y tiene muchas fuentes. Con el establecimiento de la dictadura de Pinochet y la incorporación al gobierno de los Chicago boys

La Política –como acción transformadora– está en crisis. El modelo político neoliberal actual ha ido liquidando la participación de la ciudadanía en la política, lo que entraña la muerte de esta acción liberadora versus la acción de la política conservadora y de mantención del statu quo.

El objetivo del Sistema de Pensiones es proveer ingresos de reemplazo para los trabajadores que dejan la vida activa o laboral y cubrir los riesgos de invalidez (total o parcial) y de muerte del trabajador (sobrevivencia), de manera de proteger al afiliado y a su grupo familiar.

Muchos ciudadanos se preguntan cuál es la razón de que el Estado disponiendo de recursos permite que  estos no se utilicen en lo que realmente la gente común  anhela. Por ejemplo todos los años nos informan  que los presupuestos  aumentan en aquellas áreas  de relevancia social, como salud y educación, pero en estas no se observan avances adecuados, a pesar de lo que los medios de comunicación informen lo contrario.

La libertad ha sido un objeto idealizado y deseado por mucho tiempo, es un concepto lleno de emocionalidad y de ideología. La libertad ha sido un objeto político y ha encarnado luchas colectivas e individuales, de grupos específicos y de naciones enteras.

Si entendemos mejor la sociedad actual, si entendemos mejor a las personas en sus diferentes estratos socioeconómicos o clases sociales; si logramos visualizar mejor las interacciones entre instituciones y ciudadanía; entre intereses de unos pocos y problemas de muchos, será más fácil resolver nuestros problemas o desarrollar un camino de soluciones para nuestro país.

¿Podemos llamarnos ciudadanas en un sistema donde somos objetos y no sujetos de derecho? En un sistema que decide sobre nuestros cuerpos, que nos discrimina en todos los ámbitos, (sueldos, pensiones, educación, salud, trabajo) y nos violenta física y sicológicamente a lo largo de toda nuestra vida, entonces podemos decir que nos encontramos en un régimen que no nos considera ciudadanas en plenitud.

El actual gobierno se ha planteado la tarea de modernizar el Estado. El lema declarado es alcanzar “Un Estado moderno e inteligente al servicio de las personas”. El diagnóstico base que lo fundamenta habla de su obsolescencia estructural, crecimiento inorgánico, falta de flexibilidad y adaptación.

Nos encontramos en una nueva jornada de conmemoración del día internacional de la mujer trabajadora, y diferentes actividades e intervenciones ya han comenzado a realizarse en distintos espacios públicos a lo largo del país. Comenzando el recién pasado “súper lunes feminista”, 4 de marzo, donde 43 estaciones de metro se intervinieron cambiando los nombres de las estaciones por el nombre de mujeres luchadoras o víctimas de violencia cuyos crímenes no han sido resueltos, como el caso de la activista Macarena Valdés.

¿Qué es la posverdad? Primero hay que aclarar que el término existe y que se hizo conocido el 2016, cuando el diccionario de Oxford la declaró como la “palabra del año”. Además, la Real Academia Española (RAE), la define como: “Distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencia y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales. Los demagogos son maestros de la posverdad”.

El 11 de marzo se cumple un año del segundo gobierno del Presidente Sebastián Piñera. Un año es un gran lapso de tiempo en política, un gran plazo para realizaciones, sobre todo para un gobierno en que sus sostenedores poseen gran poder y control sobre el país: el poder financiero, empresarial, mediático, militar y fáctico.

En marzo de 2018 el presidente Sebastián Piñera echó  a  andar una especial oficina “público-privada”, la GPS, Oficina de Gestión de Proyectos Sustentables. Bajo el mando del actual ministro de Economía José Ramón Valente. Según ellos el problema es que el Estado a través de múltiples instituciones (20) demora excesivamente la aprobación de los proyectos de inversión, lo cual desestimula a los inversionistas y no permite el crecimiento económico del país.